lunes, 19 de marzo de 2012

AYSEN SE LEVANTA POR SUS JUSTAS DEMANDAS


    
Dicen que el origen del nombre de mi querido pueblo viene de la palabra inglesa “Ice End”, fin de los hielos, también hay otras interpretaciones del nombre. Sin embargo esta explica lo aislado que esta Aysen. Una región que no hace mucho años llegaba todo tarde la televisión era retransmitida, el diario llega al día siguiente y el principal medio de comunicación era la radio, de cierta manera lo sigue siendo, el medio por donde las familias se comunican, con sus mensajes que para el mundo de hoy son casi de chiste, "Espérame en el puente lleva carretilla compre 2 metros de leña", este mundo tiene su propio lenguaje lejos de la tecnología, celulares, internet, phone, etc. gente de mi tierra que viven entre montañas y ríos, alejados de las grandes ciudades, así han hecho su vida soportando duros inviernos, soportando la lluvia algunas veces sin clemencia, esos chilenos hacen patria en esos lugares alejados, donde la calefacción mayoritaria es a base de leña, donde si te enfermes y la especialidad no hay o tu enfermedad es complicada, debas viajar, a la capital de la región o incluso a Puerto Montt, donde el sueldo mínimo de chile es incapaz de cubrir las necesidades básicas siempre considerablemente más cara que en cualquier ciudad de chile, esto quiere decir que si para los jubilados de chile es una miseria el dinero que el sistema les proporciona para los jubilados de mi región es para echar a llorar la jubilación.
   Donde los aisenino con un duro sacrificio acosta de su propia calidad de vida inexistente, envían a sus hijos a la capital para mayores perspectivas, muchas de estas familias  de más de dos hijos, incluso deben llegar a escoger a quien enviar a la universidad.
  Muchos se preguntaran porque viven en esas condiciones, la respuesta es nuestra tierra, para algunos será solo un pedazo de tierra para mí y muchos de Aysen, es la tierra donde nacimos donde crecimos,  entre montañas, entre mallín, comiendo calafate, tomando mate, jugando truco, comiendo maqui, donde nuestra infancia era aventura, así fuimos creciendo viendo el Marchant sabiendo que cuando tiene sombrero lloverá.
  Recuerdo cuando marche a estudiar a la capital, algunos de mis compañeros en Santiago no sabían dónde estaba Aysen, yo esperaba con ansias el pasar del año para que llegue el verano y volver a mi terruño, así me abastecía de comida para el viaje, normalmente día viernes partía 18hrs el bus con destino a Puerto Montt, el viaje era cansador en medio de camino y pasada la media noche paraba 30 minutos así en ese momento comer tu sándwich y comprarte una bebida estirar las piernas, y al bus de nuevo a veces, el calor era insoportable, a veces el olor, etc, el sábado llegaba a primera hora 8 de la mañana nos servían un café y una galleta que nos hacia reaccionar que ya estábamos llegando a Puerto Montt, apenas llegábamos de inmediato partir Angelmo, para tomar la barcaza el colono (incluso la pincoya) que normalmente salía tipo 15hrs o 16hrs, que permitía caminar por Puerto Montt, así a las 14hrs ya estábamos ingresando al colono para sentarnos en lo que era clase turista butacas como de cine, no están mal, el viaje precioso no exento de movimiento debido al temido golfo del corcovado donde mucho dejan su estomago en el baño, donde tener un viaje en un canal tranquilo era bastante difícil, sin embargo recuerdo hasta disfrutar esa lluvia en medio del mar, al entrar en el canal de Aysen, viendo el hermoso paisaje, debo confesar que también alguna vez me toco con un sol, y eso es una verdadera bendición, los ventisqueros, las islas, las toninas (familia de los delfines) como acompañan la barcaza, estas situaciones hacen maravilla nuestra región, así se aproxima a Chacabuco el domingo a las 11hrs de la mañana hemos llegado así si dios lo permite a las 13hrs estaría disfrutando mi hogar de un buen mate amargo con mi padre para luego deleitarme con la sabrosa cazuela de vacuno de mi madre.
  Así  ha sucedido de generación en generación muchas familias con sus hijos sin expectativas en un Aysen sin oportunidades y no dispones del dinero suficiente para enviar tu hijo a estudiar, muchos terminaron en las aguas del rio Aysen, la angustia del suicidio. Una generación que sucumbió.

   Muchas cosas se han hecho en mi tierra pero todo es poco para saciar el apetito feroz de la capital santiaguina que todo lo absorbe, muchos políticos de nuestra región han sucumbido al poder, algunos con muy buenas ideas pero sin oídos para los intereses solo del gigante Santiago, el tiempo trabajo políticos de fuera por intereses políticos o por la incapacidad de tener nuestros propios lideras ya no lo sé, pero estos políticos llegan a mezclarse con los aiseninos algunos ni si quiera eso.
Aysen ha vivido momento buenos el esplendor de las pesqueras que sin duda hacia olvidar el aislamiento con dinero que muchos disfrutaron, con un costo gigante detrás  la limpieza de los recursos del mar en nuestros canales, donde la variedad de pescados era gigante se redujo considerablemente hasta llegar a no existir cierto pescados que abundaban en nuestro canales, el resultado de la despreocupación del  sistema por los recursos de nuestra región, donde cualquier aisenino podía ir a orillas del rio Aysen y sacar su pescado, donde abundaba los humildes pescadores vendiendo su pesca, los almu de almejas, choritos, jaivas y pescados,etc. hoy es solo un recuerdo la sobreexplotación nos lo quito. Hoy es Hydroaysen que pretende transformar lo único que queda nuestro bellos paisajes en grandes represas, extensiones de redes eléctricas, que destruyan el único orgullo que nos queda una vez más volveremos hacer engañados.
 Hoy en la lejanía veo con orgullo y tristeza como los aiseninos se han levantado a exigir sus justas demandas con horror e impotencia he visto las fotos la violenta represión a mi gente, gente pacífica que no sabe de violencia represiva pero si de lucha, los aisenino no se rendirán.
Fuerza Aysen en la profunda trapananda un pueblo se levanta AYSEN.

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